En esta nueva guía os hablamos de los frutos secos y los miedos que hay para introducirlos en la alimentación infantil.
¿De dónde surge el miedo y la mala fama de los frutos secos para los más pequeños del hogar? Te contamos todo sobre ello. ¡Vamos!

Los frutos secos y las semillas son unos alimentos muy saludables.
Contienen entre 10-30% de proteínas y entre 30-60% de ácidos grasos (las nueces tienen especialmente Omega-3, que favorecen la salud cardiovascular).
- Además presentan minerales de fácil absorción, como potasio, calcio, fósforo, hierro y magnesio. Y son ricos en fibra insoluble, hierro, calcio, magnesio, ácido fólico, vitaminas E y B1.
- Se recomienda consumir de 3 a 7 raciones a la semana, teniendo en cuenta que una ración, para adultos, la forman entre 20 y 30 gramos de frutos.
- Pese a ser unos alimentos tan recomendables, nos surgen muchas dudas a la hora de ofrecérselos a los más pequeños.
- Las recomendaciones tan cambiantes que han habido a lo largo de los años y su mala fama han hecho que a muchas familias les dé miedo incluirlos en la alimentación de sus hijos o incluso que crean que no son adecuados.
¿De dónde surge este miedo y la mala fama de los frutos secos para los peques?
- Dan miedo por 2 causas:
- son la 1ª causa de muerte por atragantamiento, principalmente porque al atascarse se hidratan y doblan o incluso triplican su tamaño.
- son un alérgeno con reacciones importantes.
¿Qué podemos hacer para evitar estos riesgos?
El riesgo de desarrollar alergia aumenta si no se toman en el 1er año de vida, por lo que es recomendable ofrecerlos (como el resto de alimentos) a partir de los 6 meses. Eso sí, en cantidad y presentación adecuada.
Recuerda que para introducir un nuevo alimento, y más si es uno potencialmente alergénico, debes ofrecerlo durante la mañana/medio día para poder observar si tu bebé tiene alguna reacción alérgica.
Introdúcelo siempre con alimentos que ya haya tomado con anterioridad y tengas la seguridad de que los tolera bien.
Disminuimos el riesgo de atragantamiento presentándolos en mantequilla, en polvo o hidratados:
- polvo: moler diferentes semillas y/o comprar harina de almendras, cacahuete… y mezclar con yogur, purés…
- mantequillas de frutos secos y semillas que podemos tomar con fruta, con tostadas, con yogur… Pero ten en cuenta que debes poner una capa finita, ya que es muy pastosa y puede pegarse en el paladar del bebé haciendo muy incómodo que pueda disfrutarla.
- introducir los frutos secos picados o en polvo a diferentes preparaciones como bizcochos, galletas, salsas… ya que al mezclarse con el resto de ingredientes se hidratan y el riesgo de atragantamiento disminuye equiparándose al de cualquier otro alimento.
Como ves, no existe problema en ofrecer frutos secos y semillas a los más peques (a partir de los 6 meses) siempre que se haga de forma correcta.
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Y por último, a parte de la presentación de los frutos secos, debes tener en cuenta que no se deben ofrecer cuando el peque presente diarrea, vómitos, fiebre o se va a inyectar una vacuna.
Si tienes cualquier duda no tienes más que ponerte en contacto con nosotras 😉
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